Reivindicando las calabazas Gallegas por Samaín

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Lanzamos durante este mes de octubre una nueva campaña con motivo del Samaín, bajo el paraguas de “Haciendo Mejor a los Mejores”.

El objetivo de la campaña está vinculado con uno de nuestros propósitos de ayudar a preservar y poner en valor la tradición culinaria de Galicia y ayudar a conservar el patrimonio cultural de esta tierra.

De la mano de los vecinos de Tui y la Feira da Cabaza, queremos ayudar a impulsar el Samaín reivindicando la riqueza agraria de esa zona. Por eso, esta campaña está protagonizada por los máximos defensores de dicha feria: Telmo Alfaya y Carlos Picho del Bar Pancho Cultural y Juan Carlos Boó, de la parroquia de Randufe en Tui.

Reivindicamos la festividad del Samaín, que en Galicia marcaba el fin de la temporada de la cosecha y el comienzo del invierno, frente a la celebración norte-americana, conocida como Halloween.

La recuperación de la Feira da Cabaza, iniciativa que surgió en 2020 de la mano de Telmo Alfaya y Carlos Picho del Bar Pancho Cultural y Juan Carlos Boó en la parroquia de Randufe en Tui; buscaba impulsar la puesta en valor del rural en general y la promoción del cultivo de la calabaza en particular; a la vez que recuperar una antigua feria que formaba parte de esta villa. No en vano, la calabaza se identifica con el comercio de Tui y tuvo un gran peso en la historia agraria en la comarca del Baixo Miño. Este año la III Feira da Cabaza de Tui incluye en su agenda: la exposición y venta de calabazas, gastronomía, talleres familiares de preparación de calabazas de Samaín y degustación de recetas con éstas.

Desde Aceites Abril nos gusta recordar que antes de que llegara la influencia de Halloween, en Galicia ya se tallaban los ojos y bocas y se decoraban las calabazas, caveiras o calacús o se hacían collares de zonchos o castañas cocidas”Por ello abogamos por impulsar una iconografía propia de estas fechas en Galicia, recuperar los antiguos collares de zonchos o las numerosas variedades de calabazas: la cucurbita (la naranja, más reconocida por todos) pero, también, la violín o cacahuete, la vinatera, la verrugosa o italiana, la de bellota, la de cuello torcido o la de cabello de ángel y, de algún modo, contraponerlo al Halloween anglosajón para recuperar esta antigua festividad tan ligada a los ciclos del agro.

En muchas ciudades y pueblos gallegos aún se conservan muchas de estas tradiciones, en Cedeira son famosas sus máscaras de calabazas o melones anaranjados, los calacús en Baixo Miño y Rías Baixas, las bonecas con remolacha en Xermade, Lugo, y en Quiroga las máscaras de calabaza que se dejaban secar para usarlas en el Entroido.