Congelación del aceite de oliva: todo lo que necesitas saber

Congelación del aceite de oliva

Seguro que muchas veces habrás visto como el aceite de oliva se solidifica y empieza a cambiar de aspecto. Es algo completamente normal que ocurre cuando el aceite se congela.

Para que esto suceda no hace falta congelador ni nevera ya que, a diferencia de otros productos como el agua, el aceite de oliva se congela a temperaturas más elevadas. Si quieres conocer todas los detalles sobre el proceso de congelación del aceite no te pierdas este post. ¡Te los damos todos!

¿Se puede congelar el aceite de oliva?

La primera cuestión que se te puede plantear es si se puede congelar el aceite. La respuesta es que, como cualquier otro alimento, el aceite se puede congelar sin ningún tipo de problema. Además, la congelación es un proceso natural que no alterará ni los nutrientes ni el sabor del aceite de oliva.

Eso sí, al igual que ocurre con los alimentos congelados, no es muy buena idea descongelarlo bruscamente o someterlo de golpe a altas temperaturas si todavía está frío. Lo ideal es dejarlo en un lugar con una temperatura ambiente de unos 20ºC y esperar a que poco a poco se vaya descongelando.

¿Por qué se congela el aceite de oliva?

Igual que ocurre con cualquier otro producto natural, si sometemos el aceite a bajas temperaturas termina por congelarse. De hecho, en el caso del aceite de oliva, no es necesario meterlo en el congelador para notar cómo empieza a congelarse.

Cuando se congela el aceite se vuelve más denso, salen unos pequeños grumos blanquecinos o verde claro e incluso cambia ligeramente su color. No hay que preocuparse, si dejamos el recipiente en un lugar más cálido durante unas horas, el aceite recupera su aspecto y puede consumirse con total normalidad.

Punto de congelación: ¿a qué temperatura se congela el aceite de oliva?

Mientras que el agua tiene una temperatura de congelación fija a 0ºC, no podemos hablar de un punto de congelación del aceite de oliva concreto. Esto se debe a que el aceite está compuesto por un grupo muy variado de triglicéridos. Cada uno de ellos está formado por diferentes ácidos grasos y, cada ácido graso, tiene una temperatura de solidificación distinta.

Aún así, sí podemos establecer un abanico de temperaturas a las que el aceite de oliva se congela. Este rango va desde los 20 ºC hasta por debajo de los 0ºC, aunque a partir de los 10ºC ya debería empezar a hacerse más evidente.

En el caso concreto del aceite de oliva se considera que empieza a congelarse alrededor de los 7ºC, momento en el que adquiere una textura grumosa. El aceite de oliva virgen extra se vuelve más denso por debajo de los 20ºC y los grumos comienzan a aparecer por debajo de los 10ºC.

Aceite oliva congelado, ¿afecta a sus propiedades?

Como ya hemos visto, la congelación es un proceso completamente natural que no afectará ni a las propiedades ni a la calidad del aceite de oliva.

Lo que preocupa a muchos consumidores es que, cuando se congela el aceite, empiezan a aparecer pequeñas bolitas de color verde claro que se van posando en el fondo de la botella y flotan dentro de ella. Pero es un proceso completamente normal, consecuencia de las diferentes temperaturas de congelación. Tan pronto suba la temperatura, y empiece el proceso de descongelación, estos grumos desaparecerán y el aceite recuperará su aspecto habitual.

Por lo tanto, si ves en el supermercado aceites con grumos no te asustes ni pienses que están en mal estado. Simplemente se encuentran a baja temperatura, ya sea por la propia temperatura del supermercado, por haber sido transportado en cámaras frigoríficas… Eso sí, para poder utilizarlo, tendrás que atemperarlo para devolverle su estado líquido. Como hemos comentado anteriormente, lo ideal es que lo hagas lentamente en un lugar donde exista una temperatura de unos 20ºC para asegurarte de que no se pierdan las propiedades naturales del aceite.

Para evitar que el aceite de oliva se congele y asegurarte de que siempre esté listo para ser utilizado, lo más importante es guardarlo en un lugar adecuado con una temperatura entre los 18ºC y los 22ºC y donde no le incida la luz de forma directa, ya que favorece la oxidación del aceite.