Aceite de oliva para postres y repostería
El uso de aceite de oliva para postres se está extendiendo cada vez más entre los que cocinan recetas dulces. Se trata de una opción ideal para personas con intolerancia a la mantequilla, con necesidades dietéticas especiales o incluso para consumidores veganos.
Además, los postres con aceite de oliva adquieren matices de sabores muy especiales que merece la pena probar. Por no hablar de todos los beneficios que supone para la salud sustituir la mantequilla, una grasa saturada, por el aceite, una grasa de origen vegetal con multitud de propiedades positivas para nuestro organismo.
Si quieres saber cómo incluir aceite en tus recetas de repostería, este post es para ti. ¡Toma nota de todo!
¿Cuál es el mejor aceite para repostería?
Es importante hacer una buena elección del aceite de oliva para repostería, ya que no debe tener un sabor demasiado fuerte que enmascare el sabor dulce de estas recetas y pueda estropearlas. En general, se deben evitar variedades de aceite de oliva con picor alto y optar por aceites con un sabor más suave.
Uno de los mejores aceites para repostería es el aceite de oliva virgen extra arbequina. Un tipo de aceite muy fluido con aromas dulces y florales y matices de plátano, pera o manzana que combinan a la perfección con los postres.
Otro aceite para pastelería que funciona muy bien es nuestro aceite de oliva virgen extra Colleita Propia de máxima calidad y con unos atributos y aromas únicos, entre los que destacan, los toques de pera, almendra y plátano, ideales para las recetas dulces.
Por su parte, el aceite de oliva 0,4º presenta un sabor ligero y delicado que es perfecto para la elaboración de postres ya que no oculta ni daña su gusto.
Consejos para usar aceite en repostería
Si vas a empezar a sustituir mantequilla por aceite en repostería es importante que tengas en cuenta un par de puntos antes de ponerte manos a la obra:
- La mantequilla suele tener un 85% de grasa y un 15% de agua, mientras que el aceite de oliva es casi un 100% grasa. Esto hace que las cantidades de mantequilla y aceite no sean equivalentes y, por lo tanto, sean diferentes. Como norma general, solamente necesitarás un 15 o un 20% de aceite respecto a la cantidad que usarías de mantequilla.
- Lo más habitual es que, cuando llegue el momento de hornear, necesites utilizar más tiempo de horno y unos grados de temperatura menos.
- Elige bien la receta que vas a preparar, puesto que el aceite de oliva puede no ser la mejor solución para algunas como los croissants o el hojaldre. Sin embargo, es perfecto para otras preparaciones como bizcochos, magdalenas o galletas ya que les aporta humedad y suaviza la masa.
Postres con aceite de oliva
Como has visto, hacer repostería con aceite de oliva es una muy buena opción para conseguir postres deliciosos y mucho más saludables. Para ir abriendo boca, te dejamos un par de ideas de recetas con las que seguro triunfarás.
Bizcocho de naranja
Empieza por poner el horno a precalentar a 180ºC y aprovecha ese tiempo para ir avanzando con la masa.
Bate en un bol 3 huevos junto con 200 gramos de azúcar hasta que notes que empiecen a blanquear. A continuación echa 125 mililitros de zumo de naranja, 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra arbequina, la ralladura de la naranja y bate bien hasta que todos los ingredientes queden integrados.
En un recipiente aparte, tamiza 200 gramos de harina junto con 16 gramos de levadura en polvo. Poco a poco ve añadiendo esta mezcla a la anterior y remueve hasta conseguir una masa homogénea.
Para ir terminando, unta con aceite un molde y espolvorea un poco de harina para que no se pegue la masa. Echa la masa en el molde y métela en el horno durante unos 40 minutos. ¡Y listo!
Galletas de avena y chocolate
Para comenzar mezcla en un cuenco 250 gramos de harina, 300 gramos de copos de avena, 125 gramos de cacao en polvo y 10 gramos de levadura en polvo. En otro cuenco bate 3 huevos junto con 300 gramos de azúcar. Después añade 250 mililitros de leche desnatada y 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra Abril Hojiblanca y mezcla bien.
Añade los ingredientes secos a esta mezcla y remueve hasta que quede una masa homogénea y sin ningún grumo y métela en la nevera para que repose. Mientras tanto, ve calentando el horno a 170ºC.
A continuación, saca la masa de la nevera, coge pequeñas porciones y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel. Déjalas bien separadas ya que pueden crecer con el calor y pegarse.
Por último, mete las galletas en el horno durante 7 minutos. Pasado este tiempo sácalas y deja que se enfríen antes de servir. ¡A disfrutar!